Toledo
El número de edificios monumentales distribuidos por todo el casco antiguo también forman parte de la idiosincrasia de la ciudad, desde tiempos inmemoriales. Siempre se han conservado diferentes estilos y culturas que se han ido superponiendo en el devenir de la historia de Toledo. La asociación del poder religioso y del poder político fue una de las claves del papel histórico de Toledo y es fundamental en la comprensión de la grandeza de su patrimonio arquitectónico. Durante siglos la religión ha sido una constante en la vida de Toledo. No sólo ha sido importante el cristianismo, sino también el islamismo y el judaismo.
Toledo pose Monumentos y museos como la Catedral y San Juan de los Reyes, por el lado católico, siguen ejerciendo su simbología. Otros, como la Mezquita del Cristo de la Luz y las sinagogas del Tránsito y de Santa María La Blanca, por parte de los mundos musulmán y judío, son iconos que marcaron y que siguen marcando la idiosincrasia de la ciudad de Toledo. Su historia, su cultura, su arte y todo su patrimonio siguen siendo las principales seña de identidad de la ciudad y de parte de su sociedad.
Precisamente en la organización y el trato social ya en el s. XI la población de Toledo era bastante compleja. Existía un Barrio Árabe que se extendía en torno a la Mezquita Mayor, Catedral actual. La Alcaicería próxima al mercado actual, Plaza Mayor, y, el Zoco o venta de ganado, la también actual Plaza de Zocodover. La mozarabía, cristianos de religión, pero árabes en casi todo lo demás, que se agrupaban principalmente en torno a las iglesias de Culto cristiano. Por último las Juderías, con sus barrios comerciales o Alcaná, donde se movía el dinero.